Hola,
Yo no suelo participar mucho en foros de opinión aunque me apoyo mucho en ellos (esa es la verdad!), pero lo que me pasó el día de mi boda – 21/05/2011-
en Santa María del Mar fue tan decepcionante… que ahora tengo más ganas que nunca.
Es una lástima que la iglesia más bonita de Barcelona esté representada por semejante personaje, porque así es como defino al Monsen Ignaci, un personaje que cree que Santa Maria del Mar es su casa y que por ese motivo, él impone sus normas de una manera autoritaria, soberbia, innecesaria, maleducadamente, no sin antes cobrar 900€.
En todo momento se creyó dueño y señor de la ceremonia y por ese motivo tuvo los siguientes gestos:
- Impuso a mi pareja a que me esperar en el altar de espaldas a mí. De esa manera, él no podía verme llegar, así que cuando pudo se dio la vuelta para verme y él le dijo: “Ven aquí, te me has escapado”.
- Un par de veces nos reunimos con el organista Vicenç, las persona más amable y dulce que nos habíamos encontrado en la gestión de la ceremonia. A mí me hacía mucha ilusión entrar con una canción determinada y me dijo que sin problemas, que él encantado, que si le conseguía la partitura él no tendrían ningun problema en tocarla llegado el día. La compré por Internet y se la llevé un día. Bien. Pues yo entro en la iglesia y escucho una canción horrible (barroca), no tocó la mía. Tengo que confirmarlo pero estoy segura que el Mn Ignasi no le dejó.
- Prohibió a los fotógrafos que hicieran su trabajo. Los autorizó y desautorizó durante toda la ceremonia. (en plan “Ahora sí – ahora no”)
- En el momento de las lecturas, cada vez que alguien leía, le iba cogiendo del brazo – aprentándoles y semi empujándoles – para que se colocarán en el milímetro exacto delante del micrófono. (eso mientras leían, como si fueran niños pequeños que están haciéndolo mal).
- Cuando mi pareja y yo nos sentamos en las banquetas del altar, vimos un papel plastificado en la banqueta. Yo no sabía que era y me senté encima de él. Pues en el momento de darnos los anillos, él a dos metros de nosotros, es decir, detrás de la mesa del altar nos dice…: “Vaaaa” y lo le miré el plan “Que tengo que decir?”. Entonces, él malhumorado se acerca y nos dice: “fatal…no os lo habeis preparado!”. Entonces coje el papel y me dice: “lee esto!”. Alguien nos lo podía haber dicho, no? Imaginaos que momento más tenso! Yo, a día de hoy, no se que dije ni de que manera porque toda yo era un matojo de nervios.
- Mis sobrinos me traian los anillos y las arras. Las arras se quedaron en su bolsita. Mi sobrino nos las acercó y me miró en plan: “i ara que faig?” y yo le dije: “Marc cariño, seu al banc, no et preocupis”.
- El momento de las firmas fue un auténtico desastre. El lunes anterior fuimos a hablar con él (era la primera vez que nos atendía) y le preguntamos cuantos testigos podrían firmar, él nos dijo que 2 por cabeza. Llegó el día sólo permitió una firma por cabeza, así que tuve que decirle a mi madre que no.
- El mayor encontronazo vino cuando me doy cuenta que tras las firmas quiere dar por finalizada la ceremonia cuando mi hermana y mi suegro se habían preparado unas lecturas. (el lunes anterior se lo habíamos comentado). Yo le comentó: “Mosen Ignasi, que faltan dos lecturas” y él me contesta “Aquí no falta nada más… que lecturas? No no no… esto ya se ha acabado.)”.
Entonces hace el gesto de darnos la mano a modo de concluir y cuando viene hacía a mí, yo no se la doy y le digo: “Es que yo no estoy de acuerdo. El lunes cuando fuimos a hablar con usted le informamos y no nos puso problemas”. En fin, que después de esta discusión me dijo: “Pero que lecturas son?”. Yo le contesté: “Pues no lo se, las han escrito ellos, no se…” . Y me dice: “ahhh, esto son felicitaciones” y yo le respondo: “pues no se como se llaman pero las tienen que leer”.
Al final las leyeron pero él estaba detrás de ellos, mirando el reloj y después de cada párrafo diciendo “Gracias” para intentar darlas por acabado antes de que finalizaran.
El momento más esperpéntico fue cuando finalizó todo, se acercó a darnos el papel verde que hay que llevar al Registro Civil y nos vuelve a dar la mano para decirnos adios y yo le pregunto “Que estaba enfadado?” y me contesta “La enfadada eras tú”.
Ahí cuando pensé, esto no quedará así.
Menudo disgusto me dio. Fueron los 45 min más tensos que he vivido. Todo el numerito que montó, porque fue un auténtico espectáculo, por mi parte fue completamente imprevisible y por un momento pensé que quizá habíamos hecho algo mal que le incitara a él a comportarse así.
La gente que estaba en el altar, los padres, hermanos, testigos y lectores lo vivieron con la misma tensión que nosotros, el resto de la gente que estaba en los bancos, al parecer lo vivieron con sentido del humor, dicen que desde “abajo” no se vio tan tenso sino más bien cómico. Me dijeron que se estaban partiendo de risa (menos mal!)
El resto de la celebración fue preciosa, el día que nos hizo fue espectacular, la comida perfecta, el sitio perfecto, la familia increíble… y los amigos… que os voy a contar…
Si puedo afirmar que fue uno de los días más felices de mi vida.
Tenía muchas ganas de compartirlo, de desahogarme y si puedo ayudar a futuras parejas mejor que mejor. De todas maneras, en mi opinión, creo que lo de Sta Maria del Mar es incorregible, por mucho que lo pactes, por mucho que avises y pongas los puntos sobre las ies, este señor hará lo que le venga en gana porque para eso es su territorio, es su casa y ya está harto de tanta boda. Así que es un riesgo.
Yo ahora, si tuviera que casarme en Sta María del Mar, lo haría pero contactaría con otro párroco, alguien de confianza o recomendado, nunca me volvería a exponer a los servicios de este impresentable que estuvo a punto de entristecer el día más bonito por el que puede pasar una pareja…
Tened mi contacto por si alguien lo necesita
sanruiz80@hotmail.com , estaré encantada de facilitaros lo que necesitéis!